Available in English
Durante nuestra «pausa por la causa«, el Fondo Amy Mandel y Katina Rodis (AMKRF, por sus siglas en inglés) ha entrado en un tiempo de reflexión organizacional y de creación de análisis. Como parte de nuestro trabajo estamos compartiendo reflexiones sobre lo que hemos aprendido en el proceso de construir relaciones mutuamente y de analizar el poder, la supremacía blanca, la opresión, junto con la liberación.
Las características de ser TRANSPARENTE: «visibilidad o accesibilidad, libre de pretensión o engaño, fácil de detectar o descifrar, fácil de comprender…”—Diccionario Merriam-Webster
Antes de trabajar del lado de la donación de la filantropía, estaba del lado de la solicitud, supervisando becas para promover la construcción ecológica a nivel nacional para Habitat for Humanity International (Habitat). La sólida reputación de Habitat atraía becas, pero descubrí que a menudo las instrucciones de las becas no eran claras y, vi que lxs financiadores tendían a favorecer a quienes conocían, a veces favoreciéndolxs por encima de propuestas prácticas basadas en evidencias.
Después de unirme al lado de la donación de la filantropía como parte del personal de Amy Mandel y Katina Rodis Fund, comencé a incorporar lentamente muchas prácticas ejemplares en nuestro trabajo, gracias a los recursos de organizaciones como Grant Craft, Exponent Philanthropy, y Comité Nacional para una Filantropía Sensible (NCRP, por sus siglas en inglés). Y escuchar a líderes de base hablar en paneles durante conferencias filantrópicas, como Funding Forward, ayudó a infundir en nuestro proceso de concesión de becas un fuerte deseo de apoyar la sensibilidad, la inteligencia, la pasión y los admirables resultados que caracterizan a lxs líderes del movimiento en el campo y con recursos insuficientes que abundan en el sector de la justicia social.
Pero nuestro privilegio nos pone en la posición de aumentar con demasiada facilidad la carga de lxs becarixs en lugar de eliminarla. Nuestro privilegio de clase en particular, en combinación con aspectos de la supremacía blanca, hace que sea fácil exigirle más a lxs beneficiarixs y menos a nosotrxs mismxs–lo contrario a nuestro objetivo. El libro de la socióloga Lynn Weber Comprensión de la raza, la clase, el género y la sexualidad: un marco de referencia (Oxford University Press) fue inmensamente útil–y se lo recomiendo a todxs–para realizar un análisis crítico sobre cómo estas cuatro fuerzas nos ubican socialmente e impactan nuestras respuestas en la sociedad.
Como filántropxs comprometidxs con la justicia social, AMKRF ha proporcionado becas operativas generales para sostener el continuo, difícil, pero fundamental trabajo de la justicia social que a veces parece menos emocionante para lxs financiadores, así como ha proporcionado becas de varios años que permiten a lxs destinatarixs centrarse más en sus prioridades principales y menos en encontrar financiadores, en escribir propuestas e informar sobre sus esfuerzos. Hemos aprovechado nuestras relaciones más basadas en privilegios con otrxs financiadores para obtener más financiación para las organizaciones. Y dejamos atrás el antiguo modelo de creación de trabajo y barreras para lxs creadores de cambios, y ahora asumimos más el trabajo nosotrxs mismxs: reemplazamos los engorrosos procedimientos de informes con revisiones casuales con nuestrxs beneficiarixs para revisar los desafíos y éxitos; priorizamos una comunicación clara, directa y honesta sobre nuestros objetivos y expectativas.
Para reducir aún más la carga de lxs beneficiarixs, proporcionamos las opciones de (1) llenar nuestra propuesta de cuatro páginas y formularios de informe, (2) hacernos llenar esos formularios después de una entrevista con lx becarix (con privilegios de edición por parte del becarix), o (3) enviar un video respondiendo a nuestras preguntas de propuesta e informe. Nuestro nuevo proceso emplea la justicia lingüística: hoy en día, si un becarix se siente más cómodx comunicándose en un idioma que no sea el inglés, nuestra fundación pagará tanto a un intérprete como a un traductor. Hasta ahora, sólo utilizamos este servicio en nuestra programación, no en nuestra concesión de becas, pero es un objetivo a largo plazo.
Estos cambios están generando grandes beneficios. Nuestro cambio para reducir el papeleo y la carga general de lxs becarixs nos lleva aún más lejos en relación con aquellxs a lxs que financiamos y, nos permite comprender mejor su mundo operativo diario.
Todo esto parecía estar haciendo una diferencia importante en nuestro trabajo, pero una auditoría de equidad llevada a cabo por The Adaway Group en el 2017 nos recordó a mí y a nuestro equipo que la equidad organizacional no es un destino, sino un viaje. Continuamos perfeccionando nuestros procesos y prácticas con la facilitación de lxs especialistas Taproot Consulting y Ambrose Consulting WNC. ¡Este viaje es revelador ya que veo nuestro poder y privilegio de financiación manifestarse en nuestra renuencia a ser transparentes sobre cómo tomamos las decisiones de concesión de becas! Por ejemplo, nuestro fondo nunca ha dado a conocer públicamente su rúbrica de toma de decisiones de becas. ¡Ay! Podríamos ampliar nuestra rúbrica para ayudarnos a tomar decisiones más claras y definitivas, ¡especialmente porque esta fue mi queja cuando fui becaria en Habitat for Humanity Internacional! Y a medida que movimos nuestra asignación a una mayor financiación en nuestra comunidad de Asheville, Carolina del Norte, me he dado cuenta de que a veces permitimos que los matices de personalidades, conversaciones secundarias y las políticas locales afecten nuestras decisiones de financiación en lugar de simplemente seguir una rúbrica.
Queremos mejorar: en el 2017 creamos una rúbrica para mejorar la coherencia en las decisiones de financiación y continuamos perfeccionándolas para eliminar la ambigüedad. The Whitman Institute, en sus sabios y claros principios de una filantropía basada en la confianza, explica siete áreas básicas de las buenas prácticas filantrópicas. Una de ellas es la comunicación transparente y receptiva, que el Instituto describe como «comunicación abierta, honesta y transparente [que] minimiza los desequilibrios de poder y ayuda a avanzar el trabajo.» Este es nuestro próximo enfoque como fundación: incorporar la guía del Instituto Whitman. Estoy trabajando para ser más clarxs acerca de lo que vamos y no vamos a financiar y el por qué. Además, nuestra fundación debe ser abierta y honesta sobre nuestros propios procesos de toma de decisiones que deben ser aplicados consistentemente usando rúbricas bien definidas. Todos los aspectos de nuestro trabajo necesitan apoyar nuestros objetivos y continuamos perfeccionando nuestras prácticas a medida que nos centramos en un futuro que incluye la concesión de becas basadas en la comunidad. No obstante, esto se siente como un gran paso en nuestro viaje de equidad de 2019.
En última instancia, pregunto ¿cómo podemos nuestro equipo y yo utilizar nuestros recursos, red social, acceso y privilegio para crear un mundo más equitativo? Hay mucho que podemos hacer que no requiere financiación, como aprender más sobre las barreras de acceso que existen en nuestra comunidad y cómo utilizar nuestro privilegio como financiadores para tratar de debilitar esas barreras. A nivel nacional, podemos trabajar con organizaciones filantrópicas para ayudar a promover la equidad con financiadores para quienes este concepto es nuevo. Estas son sólo algunas de las muchas ideas que tenemos.