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Preguntas en curso
Como una persona blanca y adinerada que desempeña un papel activo en el trabajo de AMKRF, ocupo una posición única, y estoy en constante reflexión sobre quién soy, cómo me muestro, y los impactos y las consecuencias de nuestro trabajo.
A nivel personal, lucho con múltiples preguntas. ¿Cómo puedo rechazar el modelo del salvador blanco de la filantropía? ¿Cómo hago un cambio ético de algunas de las organizaciones nacionales que he financiado a largo plazo para darle paso a nuevos esfuerzos locales y de organizaciones de base? ¿Cómo puedo efectuar el poder de manera diferente?
A nivel organizacional, las preguntas en curso alimentan nuestro trabajo de revisión. ¿Cuáles son las consecuencias involuntarias de financiar los esfuerzos de justicia social con la riqueza acumulada a través del capitalismo? ¿Cómo colaboramos con la comunidad para trabajar de manera que prevenga y responda al daño que perpetúa la desigualdad económica? ¿Qué deben hacer los modelos de reparaciones para enseñar filantropía? ¿Qué aspecto tienen la verdad y la reconciliación en el sector filantrópico? ¿Qué se necesita para pasar de la financiación transaccional a la financiación transformacional? ¿De qué maneras pueden evolucionar las relaciones de financiador/beneficiario?
Estoy aprendiendo y creciendo, y también lo está haciendo AMKRF. Sin embargo, me baso en dos premisas.
En primer lugar, creo que puedo aprovechar mi poder, utilizar mi voz y dirigir recursos para hacer cambios. Lo que aprendo de la gente en mi comunidad local ya ha impactado en el trabajo a nivel nacional. Por ejemplo, nuestro trabajo con la justicia lingüística en los últimos años me inspiró a estar en conversaciones con líderes nacionales sobre la falta de accesibilidad en sus eventos. Y he visto a sus organizaciones hacer cambios, lo que permitirá una mayor participación de aquellxs que no hablan el lenguaje dominante. Este es el tipo de impacto que imagino constantemente y hacia el cual estoy trabajando.
En segundo lugar, creo que existe un imperativo moral para redistribuir los recursos acumulados. Tzedakah (la palabra judía de la que Tzedek proviene) no se traduce como caridad. Describe una práctica esencial de aparecer en el mundo, actuando siempre por lo que es justo y correcto. La caridad se basa en la idea de que las personas que están recibiendo recursos son menos que lxs demás y que están necesitadas. Cuando pienso en nuestrxs socixs comunitarixs, nuestrxs becarixs, y a quienes financiamos, no veo gente necesitada. Veo transformadores brillantes del mundo. Juntxs, estamos trabajando hacia un mundo mejor para todxs nosotrxs.
Para obtener más información sobre la familia Mandel y la Fundación Mandel, consulta los siguientes recursos…
Revisa la parte uno aquí y la parte dos aquí.