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CORRECCIÓN: Una versión anterior de este blog implicaba que Tamiko Ambrose-Murray y Beth Trigg lideraron un profundo proceso de trabajo interno en el Centro para Cambios Participativos. En realidad, ese trabajo fue co-creado y co-facilitado por el personal de CPC, como gran parte del trabajo extraordinario de CPC. Como miembrxs del personal de CPC, Tamiko y Beth fueron parte de un proceso interno colectivo junto con otrxs 11 miembrxs del personal. Hemos editado esta pieza para corregir este error, y queremos aprovechar la oportunidad para celebrar los muchos años de trabajo colectivo en CPC.
Durante nuestra “pausa por la causa”, AMKRF ha entrado en un tiempo de reflexión organizacional y de desarrollo de análisis.Como parte de nuestro trabajo, estamos compartiendo reflexiones acerca de lo que hemos aprendido en el proceso de construcción de relaciones entre nosotrxs y analizando el poder, la supremacía blanca y la opresión, junto con la liberación.
Últimamente he pasado tiempo reflexionando sobre algunas preguntas grandes: ¿Cuál es el valor de construir relaciones y una cultura interna para una organización como la nuestra? ¿Cómo ha impactado el trabajo interno que hemos realizado como equipo a nuestro trabajo externo? ¿Y cómo ha ayudado este trabajo en nuestro recorrido hacia una estructura organizacional nueva y a una transición hacia un próximo liderazgo?
Hace un año empezamos a trabajar con Beth Trigg y Tamiko Ambrose-Murray para construir un equipo centrado en la cultura compartida de un conjunto de valores. Nosotrxs construimos análisis juntxs y en comunidad. Visualizamos e iniciamos un proceso de investigación amplio basado en la comunidad. Nuestra programación y sistema de entrega de becas nunca serán los mismos gracias a este trabajo.
Pero yo he cambiado gracias al trabajo que Tamiko y Beth han realizado con nosotrxs. Y la manera en la que el resto del equipo aparece ha cambiado también.
Cuando la idea de “una pausa por la causa” apareció, comencé a pensar en el Center for Participatory Change (CPC). Había escuchado del proceso transición de CPC – en el que ellxs habían aprendido a tener esas conversaciones difíciles y continuaban construyendo confianza.He admirado a CPC por mucho tiempo porque siento que sus valores no solo se reflejan en lo que hacen sino también en como lo hacen. Desde que empecé a tener contacto con el personal de CPC, me reconfortaba en la manera en que traían todo su ser al trabajo que realizaban. Esto es lo que quiero para AMKRF porque creo que “todo nuestro ser”es lo que crea el cambio más impactante. Había escuchado del proceso de CPC – en el que ellxs habían aprendido a tener esas conversaciones difíciles y continuaban construyendo confianza. Me preguntaba cómo nuestro equipo podría cambiar al usar un proceso similar.
Es difícil decir exactamente que es lo que ha hecho que esta experiencia tenga tanto impacto. Pero varias cosas sobresalen. Como consultoras y guías, Tamiko y Beth co-crearon un proceso profundo e intencional basado en la construcción de relaciones y en un ritual. Ellas insistieron en que nos tomáramos el tiempo que necesitáramos para crecer y dejar que las cosas se filtraran. Nos trajeron mucha fe no solo a mí sino a todo el personal. A través de esto, ellas mantuvieron la posibilidad de que AMKRF pudiera ir de donde hemos estado a donde queremos ir.
Este proceso me ha enseñado mucho. Aquí hay algo de lo que he aprendido y que quiero compartir con mis amigxs y colegas haciendo este trabajo…
La construcción de relaciones da sus frutos. Junto a nuestra investigación comunitaria, el personal ha pasado tiempo construyendo relaciones les unxs con les otrxs. Cada miembrx del equipo demostró tremenda voluntad para presentarse, aun cuando nuestras conversaciones eran difíciles. Hemos agregado varias prácticas a nuestra cultura. Hacemos chequeos personales al inicio de cada reunión. Almorzamos juntxs de una manera social una vez al mes para mantenernos al tanto de nuestras vidas personales, nuestras alegrías y desafíos. Hemos incorporando el ritual y la reflexión en unas de nuestras reuniones para establecer el tono del espacio que queremos tener. Este trabajo nos ha transformado al pasar de ser un montón de individuxs a ser un equipo funcional.
La confianza es indispensable. A medida que pasamos tiempo juntxs, estamos aprendiendo de cada una de nuestras personalidades y vulnerabilidades. La confianza esta creciendo de maneras que nos esta empezando a permitir hablar sobre cosas mas difíciles.
Las relaciones reales construidas bajo la confianza son cruciales para crear alianzas y colaboraciones, y finalmente a cambiar los corazones y las mentes. Esto es algo que nuestras facilitadores, Tamiko y Beth, han modelado para nosotrxs de manera hermosa. A medida que nuestra confianza se profundiza, hemos podido experimentar con un nuevo modelo para tomar decisiones. Lo llamamos el modelo de asesoramiento. Este nos permite trabajar sin problemas, para que el personal tenga una mayor autonomía y para que la comunidad tenga una voz mayor en nuestro proceso de toma de decisiones.
La franqueza es crítica. La amabilidad que se ha generado dentro de las mujeres blancas a través del patriarcado y la supremacía blanca estaba arraigada en nuestra organización. Se metió en medio de nosotrxs. La tendencia aprendida para proteger los sentimiento de cada unx lleva a la comunicación indirecta. Nuestro equipo completo se está volviendo más directo sobre lo que vemos, lo que queremos y necesitamos para que la organización funcione. He aprendido que aunque nuestras conversaciones sean difíciles, si nos comprometemos a ser directxs y honestxs, esto nos llevara a que más puntos de vista sean expresadas; lo cual hace que nuestro trabajo sea mas fuerte.
El tiempo es un amigo. El miedo a no responder adecuadamente a la crisis real de este tiempo, puede prevenir a aquellxs de nosotrxs que hacemos movimiento y trabajo sin fines de lucro a que nos tomemos nuestro tiempo: ¿Cómo puede estar bien desacelerar cuando las necesidades de nuestrxs becarixs y nuestra comunidad son tan grandes y el mundo parece estar incendiado? Esta cultura genera un sentido profundo de urgencia — Sé productivx. Hazlo. Hazlo rápido para que puedas hacer más. Hazlo de manera perfecta. En el pasado, esta presión intensiva nos llevaba a replicar dinámicas opresivas en la entrega de nuestras becas y nuestra programación. Necesitamos parar para poder mantenernos alejadxs de las respuestas irreflexivas y enfocarnos en enraizar nuestro trabajo. La construcción de diferentes maneras anti opresivas lleva tiempo. El tiempo vale la pena.
Acepta el desorden. Esta pausa por la causa no ha sido linear. El trabajo interno sucedió junto con la investigación comunitaria. Los programas pilotos se lanzaron para distribuir los fondos en el intermedio. Se unió una nueva persona a nuestro personal y empezamos conversaciones sobre como se podría ver una nueva estructura de liderazgo. Ha sido un proceso desordenado, lo cual ha retado el perfeccionismo que estaba incrustado en nuestra cultura organizacional. El perfeccionismo requiere que demos en exceso y en el proceso suprimimos algunas partes de nosotrxs mismxs. Este trabajo de traer todo el ser NO es fácil. Es desordenado e incomodo pero real y productivo. Se siente atípico y aun así es muy saludable. Por primera vez, se siente que nuestro trabajo es sostenible, Y a medida que aceptamos el desorden, somos capaces de encontrar nuevas y mejores maneras para hacer el trabajo de filantropía y de apoyar a lxs lideres locales.
¿Qué sigue?
Cuando empezamos nuestro recorrido, me sentía orgullosa de mi trabajo como fundadora y visionaria de AMKRF. Aún así estaba trabajando al borde de mi capacidad para administrar e implementar la visión de AMKRF. Ha pasado un periodo de tiempo significativo desde que estuve trabajando en el campo como organizadora comunitaria. Hay brechas en mis propias habilidades y limitaciones de lo que puedo ver debido a mi propia identidad como una mujer blanca, adinerada que nació con dinero. Yo necesitaba que otras personas expandieran la visión y la tomaran a lugares que yo no podía ver.
He sabido por un buen tiempo que una transición de liderazgo es necesaria para llevar a AMKRF a su próximo lugar. Primero, sentí esto como una perdida. Ahora que estamos aquí, se siente muy bien.
No sé exactamente que es lo que sigue para mí a medida que mi rol cambia pero confío en que mi involucramiento continuara siendo satisfactorio. Un cambio en el poder es lo que se necesita para nuestro próximo capitulo.
Durante nuestro tiempo trabajando juntxs, Tamiko compartió, “Yo sé que el trabajo que estoy haciendo con las organizaciones es transformativo cuando yo me transformo”
Puedo decir ahora sinceramente que el trabajo de AMKRF me ha transformado y finalmente me deja con esperanza sobre lo que sigue.